La oposición balurda por Gonzalo Martín

Existen unas impresionantes ganas de protagonismo gratis, o, al menos, al costo de 140 caracteres.

Siempre han existido aquellos que sin exponerse mucho (o nada) se creen los adalides de la lucha (2.0) por la democracia; son los dueños absolutos de la solución a la crisis política venezolana. Son los verdaderos patriotas (digitales).

Nada les parece, todo lo critican y además son “vario pinto”.

Saben que la controversia les da réditos virtuales, que es su único campo de batalla.

Hay los que critican lo que no se hace.

Hay quienes critican todo lo que se hace.

Por lo general, no son los mismos.

Solo coinciden esos dos grupos en algo, ellos son los únicos que saben lo que se debe hacer, cada uno por su lado, claro.

Entonces, si por casualidad Guaidó hace algo sugerido por alguno de ellos, entonces no lo hizo cuando debía y tampoco de la manera que debía. Y no les quiero contar si no sale como ellos predicaron.

Esto aplica exactamente igual a cada bando.

Me llama la atención, que entre los dos grupos jamás discuten, la vaina es contra la oposición que lucha y nunca entre ellos, así piensen distinto.

Los hay de todo tipo, políticos, periodistas, opinólogos, “influencers” y ciudadanos que no han movido ni un pie para ayudar a salir de la dictadura; pero si mueven mucho los dedos en su celular.

Suelen ser los primeros en correr hacia atrás al mismo ritmo de las detonaciones de represión. Es directamente proporcional: a mayor cantidad de lacrimógenas, más velocidad en la carrera.

Por “casualidad” son también los mismos que dicen que ya está bueno de calle y marchas… ¡por supuesto! No se podría esperar menos. Que la única solución vendrá del cielo (literal) por manos de terceros.

Son los expertos en: “se los dije”

Aunque también están los “pre-auto-derrotados”, son los que sí salieron a las calles en su momento y cuanto vieron que no cambiaría nada cómo y cuando ellos querían (como si la dictadura no supiera defenderse) entonces se las dan de víctimas y se entregan a la derrota del “aquí ya no se puede hacer nada”.

Pero es que culpar a la oposición es más fácil (y menos riesgoso). Estos ejemplares abundan en los chats de WA, son los más indignados y hasta a veces se retiran del grupo cuando alguien les sugiere que aporten en vez de únicamente criticar.

No importa si están en Venezuela o en el exterior, por lo general mientras más arrechos son, más pseudónimos radicales tienen en sus “perfiles” de TW, algo así como: “Lucha activa” “Antichavista siempre” “Resistencia Feroz” “Venezuela Libre” y así, ustedes me entienden…

Luego están los que si dan la cara, no suelen ser tan feroces contra el régimen, sin embargo son unos verdugos contra la misma oposición.

En este grupo están incluidos algunos periodistas y opinadores. Son implacables, impolutos y sobre todo cargados de una sapiencia estratégica envidiable; eso hasta que deben reconocer que “no soy político” “no soy gobierno” “que los políticos son otros” o en algunos casos (la mayoría) “tuve que salir del país, pero si no fuera por eso… ya que si no…”

Los políticos de poco arrastre también están incluidos en esto.

Y así han pasado los meses atacando a los que mal que bien, están trabajando aquí y afuera exponiéndose.

En Venezuela hay perseguidos, detenidos, asesinados, desaparecidos y un tenebroso y siniestro etc; pero en ningún caso son alguno de ellos.

Bueno niños, pónganse ustedes de acuerdo primero en qué es lo que hay que hacer y entonces den el paso.

Y así, de esa manera iremos coordinando juntos y así nos expondremos todos por igual.

¿Les parece?

Allí les dejo eso!