Motivos para votar, motivos para no votar por Gonzalo Martín

A una semana de las elecciones regionales en Venezuela aún buena parte de la ciudadanía del país de las RRSS se debate entre votar o no.

Aunque sabemos que por tradición las elecciones para gobernaciones y alcaldías son las que mayor abstención tienen, y supongo que por supuesto esta no será la excepción, hoy existen otros factores que influirá en la fluidez de votantes en estos comicios.

Por lo general, y sucede más aún en la actualidad, el ciudadano común no está tan pendiente de lo que se opine en las redes sociales pero sí de lo que se informa. Es entonces, que las noticias se han convertido en un mecanismo para influir en el pensamiento y esto en un muy burdo intento de crear matrices de opinión, es así que se manipula el contenido informativo comenzando por los titulares, si no que se lo pregunten, por ejemplo, al diario Últimas Noticias. Pero realmente, la gente está más pendiente de “ganarse la papa” que de la cosa política.

El verdulero en el Mercado Guacaipuro sabe perfectamente a cuántos dólares está el kilo de brócoli, también sabe que en el municipio Libertador de Caracas hay dos candidatos, el chavista (es “ella”, pero piensa que es “el” porque como dije, no está pendiente) y otro de oposición. Así mismo en Vargas (¡Si! estado Vargas) el que cuida los carros en Naiguatá sabe que hay dos candidatos, Olivares (MUD) y Terán (PSUV). Es así que cada quién en lo suyo. Cuando se va por la calle preguntando uno sabe que mucha gente no va a votar, pero otros tantos dicen que lo harán, y desde ahora están bastante definidos.

Miranda es un caso especial, y al igual como sucede en el Municipio Libertador se padece de lo mismo, aún es más notorio en el estado cuya capital es Los Teques.

En el municipio Libertador de Caracas, hay tres candidatos relevantes, una chavista y dos de oposición.

En Miranda, hasta el viernes, la situación era igual, un candidato rojo y dos azules.

Ocariz declinó no sólo a la candidatura, sino también a ayudar a Uzcátegui. El otro (Uzcátegui) también hizo lo mismo, no agradece el gesto y por allí se van ambos de malcriados y necios.

En fin, a Ocaríz le aceptaron en el CNE la renuncia pero no sumar los votos de la tarjeta de la UNIDAD a Uzcátegui, entonces, siendo así era mejor que ni renunciara. O sea, otra jugada asquerosa del CNE (que supongo estará a la vista de la observación electoral internacional) que dijo si a una cosa pero para la otra no. En fin…

Y justo por eso, a una semana de las elecciones pongo mis motivos para:

VOTAR:

Es necesaria la reunificación de la oposición.
Es necesario el surgimiento de nuevos líderes con nuevas propuestas (oposición y chavismo).
Es necesario intentar cambiar el mapa político venezolano.
Es necesario siempre dar la lucha en cualquier área (apoltronarse es, no solo de flojos, sino de entregados).
Es una manifestación de protesta si se vota en unidad.
Prefiero, hoy incluso, a un candidato azul a uno rojo, aunque sea infiltrado, el mapa se teñirá del color que quiero y el mundo lo apreciará así.
No hacer nada es muchísimo peor que hacer algo.
La comunidad internacional (los que nos apoyan por la lucha democrática) así lo han pedido: ¡participar!
Prefiero obligarlos (a los rojos) a hacer trampa que hacérselos fácil.
Con esto reconozco que quiero salir de la dictadura paso a paso, y no significa que los reconozca a ellos.
Nos quitamos la etiqueta de violentos que el régimen siempre ha pretendido imponer.
Debemos darles motivos a la observación internacional de UE para que cuestionen el proceso si fuese el caso.
Obligamos a la UNIDAD a ver la paja en el ojo propio en vez del ajeno.

NO VOTAR:

No encontré ninguna razón real y de estrategia política para no participar.

Más aún a sabiendas que mientras menos votos haya en contra del régimen con vigilancia internacional les beneficiará a los rojos. O sea, es lo que a la dictadura le conviene.

No votar el 21N no sólo es de flojos y cobardes, sino que le dará más poder a la dictadura y lo peor, les dará la razón ante el mundo del discurso chavista de que (los rojos) son democráticos y encima, la peor de todas las mentiras, que son mayoría.

Con la observación internacional en casa, si votamos con contundencia, le diremos al mundo que hemos perdido antes por la manipulación en la campaña, por el conteo, por el ventajismo, por las amenazas y chantajes a los venezolanos, como ha sido a través del hambre y en la conservación del empleo. Y que deben volver siempre ya que son parte de la garantía en la limpieza del proceso.

El régimen siempre supo esto y por ello esta vez no ha podido manipular tanto en la campaña.

¿Qué fue lo que hizo? infiltró a la oposición, la dividió, eso es, aparte de las propias ambiciones políticas de algunos candidatos “opositores” una jugada de la dictadura para lavarse la cara ante la comunidad internacional. “No fui yo, fueron ellos con sus diferencias; ellos con sus divisiones no son mayoría, nosotros si”.

¿Ustedes quieren que el régimen diga esto?

Júrenlo que es lo que alegarán, y ojo… ¡con razón!

Entonces ¿qué hacer?

Pues votar en UNIDAD, demostrarle al mundo que los necesitamos (observación internacional) y que aquí seguimos dando la pelea en los terrenos que sean, o sea: ¿quién dijo miedo?.

Que el mensaje sea muy claro, sean infiltrados o no: NO QUEREMOS MÁS A LOS ROJOS EN EL PODER, a ningún nivel ni instancia.

Espero que haya quedado atrás la fantasía aquella de los “marines” y muchos aterricen en la realidad.

Allí les dejo eso!

Gonzalo Martín

IG / TW: @gmartin1961