¿Migración y fragmentación familiar en América Latina?

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Venezuela, Argentina, Nicaragua, Honduras, el Salvador y Guatemala han sido ejemplo de países latinoamericanos con grandes índices de migración al exterior. Sus habitantes buscan espacios de destino con nuevas oportunidades, fuentes de trabajo, mejor educación y salud, así como incrementar la calidad de vida, que les brinde seguridad y estabilidad para sus seres queridos. No obstante persiste un grave problema, la fragmentación familiar.

¿Por qué es tan importante la familia? ¿Qué beneficios produce la familia a la sociedad? ¿Cuál es el impacto de familias fragmentadas por consecuencia de la migración? ¿Por qué se van?

“The family is the most powerful, the most humane, and by the far the most economic system known for building competence and Character” Urie Bronfenbrenner, Ph. D.

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La familia es importante porque nos representa apoyo, es nuestro primer contacto social y afectivo cuando nacemos, es la institución por excelencia para trasmitir valores de paz y justicia, y sobretodo ámbito para nuestro desarrollo individual.  Sin embargo, la familia no solo ofrece beneficios de manera personal, también tiene un gran impacto dentro de lo colectivo. Una comunidad formada por familias fuertes, sanas y estables, ofrece bienestar a nivel social y económico. Por esta razón, la familia es el núcleo más importante dentro de la sociedad. Pero, ¿qué pasa cuando miembros de la familia migran?

Muchos padres migran en búsqueda de oportunidades, con el fin de brindar una mejor calidad de vida a sus seres queridos. Y aún cuando no hay tiempo definido, la incertidumbre de saber si lograran traspasar la frontera se vuelve eterna. Son muchas las consecuencias de la separación familiar, y el sector más vulnerable es la niñez. Migrar a un país distinto, con padres sustitutos, con otra cultura y nuevas formas de vida, puede generar conductas y comportamientos desfavorables. El duelo de una familia disfuncional puede provocar un gran daño psicológico, cicatrices que dejan rastro en la niñez, por el resto de su vida. Por lo tanto, cuando existen conflictos inevitables, es crucial la comunicación, no perder el contacto y evitar que caigan en un individualismo extremo y de desamor.

Muchos migrantes sufren el miedo de ser deportados y ser separados de, quizá, su única familia. Recientemente se evidenció una gran indignación contra el gobierno y administración de Donald Trump, por la aplicación de la Normativa y Política de Cero Tolerancia, seguimiento de una ley del 2008, que prohibe deportar a menores no acompañados sin pasar por el juez. Almenos que contaran con algún familiar, que lo acogiera y se comprometiera a educarlo. Lamentablemente, no fue el caso de muchos y según distintos medios de comunicación y líderes de opinión, tal aplicación incrementó el número de familias fragmentadas. Sin embargo afirman que, gracias al trabajo de distintos grupos de presión y defensores de los derechos humanos, se detuvieron daños mayores. Por tanto, es importante considerar que los esfuerzos siguen siendo insuficientes; los Estados deben generar políticas públicas internas fuertes, que ayuden a reducir la separación de las familias, y entablar soluciones colectivas con otros países afectados.

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El conversatorio Interacción entre políticas públicas, migración y familia, organizado por FADEP, Manos que Ayudan y Asociación La Familia Importa, AFI, el cual se llevó a cabo el 17 de octubre del presente año, aportó distintas visiones y perspectivas sobre la problemática, dentro de ellas, una serie de elementos basados en la educación de la familia. ¿Qué deben considerar las políticas o programas diseñados alrededor de la temática de migración?

  1. ¿De qué manera se ven afectadas las familias por el problema?
  2. ¿Existen formas en que las familias contribuyen al problema?
  3. ¿Involucrar a las familias en la solución, resultaría en mejores políticas y programas?

Estos plantemientos son cruciales a la hora de implementar una política pública enfocada en migración, y deben ser considerados por los Estados involucrados. La desigualdad, exclusión, falta de oportunidades y pobreza, son las grandes causas de las movilizaciones que perjudican la estabilidad familiar. Durante y después de la migración los hijos son el eslabón más débil, y es la familia quien debe proporcionar amor y apoyo constante para el crecimiento y estabilidad emocional de todos sus miembros.

Actualmente en Estados Unidos hay 3,500,000 guatemaltecos que migraron por distintos motivos. Las causas han variado a través de los años; De 1960 a 1985, la principal causa fue el conflicto armado interno. Luego, la falta de empleo significativa, una situación económica precaria, y la crisis del café, fueron causas de 1986 a 1998. De 2002 a 2004 la principal razón fue económica. De 2004 a 2012, la violencia como consecuencia del conflicto generado por carteles y pandillas fueron el principal detonante. Y del 2012 a la actualidad, las causas son, principalmente, problemas económicos, falta de oportunidades y reunificación familiar.

La familia migra para mejorar su nivel de vida, su desarrollo y estabilidad y las familias guatemaltecas no son la excepción, aunque su comportamiento es distinto entre ellos y el resto de latinoamericanos. Por ejemplo, se evidencia que los del altiplano suelen ser más solidarios, luego que un miembro logra migrar y estabilizarse en Estados Unidos, decide llevarse al resto de la familia para finalmente vivir cerca. Los de oriente, por su parte, tienen un comportamiento similar al salvadoreño, y no siempre se juntan con su comunidad en un mismo lugar sino que van a diferentes lugares. Pero todos motivados por un fin: reunificarse.

Y aún cuando se evidencia la gran necesidad de reformar el papel del Estado en temas de migración y familia, también es deber de la propia familia, el procurar los valores de la unión, amor y desarrollo, que tanto beneficio brinda a nivel personal y social. Si permanecemos en familia, es muy probable que nos alejemos de promiscuidad sexual, divorcio, ansiedad, depresión, bajo rendimiento académico, embarazos no planificados en adolescentes, crimen organizado, desórdenes alimenticios, adicción a la pornografia, abusos, cohabitación, entre otros. Por lo que expertos motivan a seguir propuestas de cambio que brindarán mejoras a la sociedad y a cada individuo:

1.  Restablecer el matrimonio y fortalecerlo.
2. Empleadores: crear políticas que favorezcan la vida familiar.
3. Gobierno: apoyar organizaciones locales que ya trabajan en el fortalecimiento de la familia y en la educación en valores.
La familia es crucial, apoyar las iniciativas que resguarden los valores de la familia, es apostar por un desarrollo integro de la persona.
Publicado por fadep.org
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