Montes: Condiciones inhumanas en la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera

Jorge Montes, dirigente político, coordinador de la organización política nacional Compromiso País (Compa) y empresario carabobeño, denuncio las condiciones inhumanas que padecen quienes acuden a la ciudad hospitalaria Dr. Enrique Tejera en búsqueda de atención médica

El dirigente señaló, nuestra Carta Magna, en el artículo 83, establece que” la salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo garantizará como parte del derecho a la vida.”  Aun cuando es nuestro derecho y un deber del Estado, los gobernantes de turno, se han dedicado a la política de pan y circo en detrimento de los venezolanos

Montes destacó, “a diario, decenas de personas con diversas patologías, acuden a la CHET, a fin de recibir atención médica gratuita y oportuna, tal como lo establece nuestra Constitución”; sin embargo, al llegar al nosocomio, reciben una mega lista de insumos y medicinas que deben ser comprados por el paciente o sus familiares para poder recibir atención médica, ante la escasez de estos

Esto no es más que otra flagrante violación al derecho a la vida por parte del Estado, que insiste en pisotear y vulnerar nuestros derechos, es insólito que quienes logran comprar las medicinas y corren con la suerte de ser intervenidos quirúrgicamente, deben ser cargados en una simple tabla, cuál objeto por familiares, amigos e inclusive por personal médico, para poder ser llevados al área de recuperación, ya que ni siquiera el ascensor funciona en la Chet

Sin duda alguna en Carabobo y Venezuela, urge un cambio, nuevamente quedó evidenciada la incapacidad de los gobernantes de turno para aplicar políticas en favor del colectivo, estos simplemente destinan millones de dólares en fiesta, pan  y circo, forran el estado de publicidad alusiva a fiestas, pero sin incapaces de destinar nuestros recursos para reparar algo tan elemental cómo el ascensor para trasladar a los pacientes

Acá en Venezuela no es la guerra económica, ni el bloqueo, lo que no permite a los gobernantes de turno trabajar en función de un noble pueblo que exige que se respeten sus derechos, sino un vil y repugnante robo a la nación, dónde recientemente se destapó una mega estafa de más de 24 mil millones de dólares a la industria petrolera, dinero este que serviría para garantizarnos atención médica en instalaciones de primera, pagar un salario suficiente a los trabajadores del sector público y unas pensiones dignas para nuestros abuelos, entre otras prioridades en el país.