Si algo duele intensamente, sin duda es ver a un niño sufrir, todo aquel que ataque su inocencia y sus derechos deben ser aborrecidos, execrado, castigado y condenado. Sin titubeos ni consideraciones de ningún tipo, debe quedar catalogado como el símbolo de la maldad supina. Si de crímenes hablamos durante los mandatos totalitarios, este horroroso […]
Seguir leyendo