“Tenía una cita importante y decidí abordar un taxi para dirigirme al centro de la ciudad. Por la expresión del chofer y por su manera brusca de conducir, comprendí que estaba disgustado. Le pregunté qué le ocurría, y él gruñendo, me dijo: -Esta mañana, uno de mis pasajeros dejó olvidada una cartera con 300 dólares. […]
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