Rafael Poleo: Bolichicos salieron a hacer dinero como sea, a costa de sus principios

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Empresarios cercanos al régimen de Nicolás Maduro y ex empleados públicos venezolanos fueron acusados el miércoles en una corte federal de Miami de formar parte de una gigantesca red de corrupción que lavó cerca de $1.200 millones obtenidos fraudulentamente a través del régimen cambiario del país.

Estos empresarios cercanos a la dictadura de Maduro son los conocidos como “bolichicos”, un grupo de jóvenes que se enriquecieron gracias a la sobrefacturación de generadores de electricidad que vendieron con complicidad interna a PDVSA. Luego, quedaron conectados con el régimen, haciendo negocios multimillonarios por los cuales ahora les llega la factura de la justicia.

Los bolichicos originales son amigos de toda la vida. Se criaron juntos y la mayoría fueron al mismo colegio, el Instituto Cumbre de Caracas, una de las instituciones preferidas de los sectores más pudientes de la capital. Todos pertenecen a familias históricas venezolanas. En la demanda en Miami por lavar cerca de $1.200 millones, el que encabeza la lista es Francisco Convit Guruceaga, el nieto del mundialmente célebre médico venezolano Jacinto Convit. Alejandro Betancourt López, el cabecilla de las operaciones de la empresa que está en el ojo del huracán desde que hicieran la macro operación con PDVSA, Derwick Associates, es descendiente del expresidente venezolano Hermógenes López.

¿Qué llevó a estos jóvenes que nunca tuvieron necesidades económicas a cometer estos crímenes? Es una pregunta en boca de muchos venezolanos, y de personas de otras nacionalidades porque los bolichicos pasean su dinero por España mientras la justicia los persigue en Estados Unidos. “¿Por qué descendientes de ilustres y honestos ciudadanos aparecen cometiendo delitos vergonzosos? Porque la humanidad ha adoptado un modelo en el cual la calidad del hombre no se mide por sus virtudes ciudadanas y personales, sino por su capacidad de hacer dinero como sea”, responde el periodista Rafael Poleo.

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