Los 21! rápida cronología del hundimiento por: Gonzalo Martín

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La nave comenzó la zozobra un poco antes del año 1992, el curso errático inició por allá cuando Rafael Caldera se separa de “su” partido y arma un rompecabezas electoral conocido como “el chiripero”, un conjunto de minipartidos políticos que se montaron en la ola oportunista del candidato, o sea, los “mochos se juntaron pa’rascase”; antes la democracia ya había recibido un torpedo bajo la línea de flotación, cuando todos las corrientes se alinearon en contra del Presidente Pérez.

El acomodaticio Caldera en el 92 sale de la autoreserva (retiro político temporal) para aprovechar el movimiento anti CAP y utiliza los violentos y criminales atentados que dieron los chavistas en febrero y noviembre de ese año, para sacarle provecho político.

Ya, el naufragio comenzaba a consumarse.

A partir de allí comenzó a entrar el agua por la proa de un barco grande, tan inmenso… que tenía posibilidad de trasatlántico, que a la postre vendría a convertirse en peñero, de esos que se hunden con facilidad.

Y así llegamos al año 1998 que Hugo, librado de asumir toda responsabilidad política y penal por gracia del Presidente Caldera, gana la presidencia.

Una fantasía aupada por grandes medios de comunicación e intereses políticos, así como una clase media hipnotizada fueron las primeras tormentas que empujaron a la nave a turbulentas aguas infestadas de resentimiento, ansias de poder y cuentas bancarias personales muy vacías.

Y allí, cual Titanic, comenzó un hundimiento que ya lleva 21 años continuos, cómo aquellos músicos que tocaban sin parar con el agua al cuello, tratando de animar a una tripulación y pasajeros que ya se estaban ahogando.

Poco pan y mucho circo.

Y así llegamos al 2020, año fatídico mundial, pero encima, doble para Venezuela.

En el medio de estos años hemos pasado por grandes tormentas que hicieron que esta nave subiera y bajara golpeando el casco contra las duras aguas de la improvisación, el robo, el narcotráfico y la maldad.

Hasta el día de hoy, se han contado 29 náufragos venezolanos que tuvieron una espeluznante y cruel muerte, ahogados y abandonados.

Nadie los ayudó a tiempo, nadie los buscó, solo nos enteramos cuando ya no había nada que hacer.

Dicen que la tragedia de Güiria fue por sobre carga de la embarcación, ¡No! La verdadera tragedia fue que nunca los buscaron, ni siquiera hicieron el intento.

Pero no son sólo 29 los ahogados en alta mar, son centenas de miles de muertos en este barco venido a menos que se llama Venezuela.

Un naufragio lento, sufrido y padecido para muchos en el que, al parecer, el capitán y su tripulación, no pretenden hundirse con el.

Asesinatos todos, la mayoría por conveniente negligencia; unos por delincuencia, otros por falta de atención médica, otros por persecución política, unos por hambre y ahora venezolanos desesperados por encontrar un mínimo de vida decente se lanzan al mar, otros por trochas; algunos logran superar la barrera de las fronteras y pasan necesidades en sus nuevos destinos tratando de ayudar a los que aún, ven la nave hundirse lentamente.

La cultura de la muerte está impuesta en el chavismo desde su propio nacimiento.

Lamentablemente tener que ver qué personas son abandonadas por un “Estado” a la deriva sin la menor intención de salvarlos, todo lo contrario, de ahogarlos lentamente, una muerte tenebrosa y desgraciada.

¡Los 21!

No son 21 los fallecidos tan trágicamente, son 21 años de gente, de personas, de venezolanos muriendo de abandono de todo tipo ante el descuido a sus necesidades por parte del régimen, hoy de Maduro, antes de Chávez.

Es que Chávez nació en política gracias a la violencia, a la muerte; claro siendo se esa manera no se podría esperar menos de alguien así.

El pasado viernes murió, al fin después de tantos avisos de su gravedad, José Vicente Rangel, artífice de este sistema que tanto ha asesinado y ha permitido asesinar. Ya verán los honores de prócer que le haran al caballero, mientras continúan ignorando a aquel venezolano, que hoy migra abandonando a familiares y otros mueren en el intento.

Es que el poder es únicamente para ellos, los rojos; no para los demás.

Allí les dejo eso!

Gonzalo Martín

IG/TW: @gmartin1961

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