La roja sin furia: Por José Gregorio Nieves

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La “Furia Roja” como es conocida la selección de España, se vio minimizada ante la selección de Suecia, que no contaba con una cantidad considerada de jugadores prolijo como para meter en problemas al conjunto ibérico.

Los dirigidos por Janne Anderson, salieron a defenderse ante un once inicial peligroso del conjunto local, que disputaba el partido en Sevilla, en el estadio La Cartuja, Anderson jugó prácticamente con doble línea de cinco más el portero, siendo Marcus Berg y Alexander Isak, los jugadores un poco más suelto, uno por ser el 9 de área y el otro por su talento y capacidad para generar jugadas de peligro a través de la bandas, en contra, la cual resultó cierto efecto, al colocar en peligro el arco español custodiado por Unai Simón.

Pero de vuelta a la “Roja”, Luis Enrique, trato de buscar el partido, con un once integrado con distintos jugadores llenos de talentos, pero con falta de experiencia en torneos de tal magnitud como la Euro, que para el continente Europeo, es el segundo más importante de selecciones, después del Mundial. Unai Simón, Aymeric Laporte, Dani Olmos, Rodrigo, Pedri, entre otros, pero estuvieron acompañados por Jordi Alba que fungio de capitán tras la ausencia de Sergio Ramos, por desición técnica, el criticado Álvaro Morata, Koke y el incansable pero a su vez mermado Serio Busquets, que no pudo ser titular por la Covid-19, además de los jugadores que están dentro de la lista pero no cuenta en la titularidad para Luis Enrique.

Fue un compromiso duro para los españoles, que en el primer acto demostraron estar fuera de la competitividad, si bien Suecia se defendió, Isak y Berg inquietaron el arco español e incluso un disparo al travesaño estuvo cerca de batir las redes ibérica, sin embargo “La Roja” mantuvo su juego, controlando el balón y tratando de conseguir un quiebre de las líneas suecas, que no llegó por la buena defensa escandinava que literalmente metió un autobus amarillo en su campo y se encomendó a “San Olsson” el portero sueco, que sacó todo lo que le lanzaron bajo los tres palos.

El autobús amarillo

Anderson firmó el empate desde los primeros minutos del partido, metió un autobus atrás y la falta de dinámica del conjunto español, marco lo que sería un empate definitivo que por supuesto contó con la ayuda de Robbie Olsson, que sacó todo los disparos de la “Roja”, que no encontró la manera de quebrar el empate en La Cartuja.

Forsberg su jugador más talentoso por la creatividad, manejo y visión de juego que ostenta, no tuvo mucho que ofrecer por el planteamiento táctico del entrenador, por lo que Isak y Berg eran los llaneros solitarios en una casi defensa novata en estos tipos de torneos.

Asimismo en los últimos quince minutos del compromiso, Anderson comenzó a fortalecer el muro sueco e ingresó un mediocampista de corte y un defensor, a su vez sobre el final terminó de meter toda la carnet en el asador, con otros defensas para tratar de montar el cerrojo del partido.

Ni tan furia

La selección española se vio con falta de carácter, personalidad y contundencia, era conjunto que sólo tocaba y no tenía un objetivo superior en la que pudiera quebrar las líneas de la defensa que a priori era difícil, con talentoso jugadores como Pedri que lo intentaron y mostraron un poco de personalidad y la conducción del juego por los pies de Koke, aunado a las subidas de Alba que generaron peligro y los fallos de Morata en jugadas claves, no hubo una propuesta interesantes de esa España de antaño, que nos acostumbró primero Luis Aragonés, con la victoria en 2008 y luego Vicente del Bosque, con su importante proceso que dejó un Mundial y una Euro.

Atrás quedaron esos momentos del tiquitaca de Guardiola y la capacidad de jugar en espacios reducidos, una “Furia Roja” que no era fácil enfrentar, por su jugadores talentosos, vestidos del liderazgo de Carles Puyol e Íker Casillas y luego Ramos, sin un kaiser de esos que empujan y arengan.

Si bien sólo fue el primer acto y aún queda certamen, la primera impresión siempre cuenta y Luis Enrique ha tomado el tren de la renovación.
un compromiso difícil por lo que genera si no consigue resultados positivos, pero provechosos si llega a consolidar este grupo, lamentablemente no existe una figura de peso como en otros momentos, cuando la ideología Guardiola formaba jugadores y contaban con una base fuerte en la divisiones inferiores de los equipos de La Liga. Quizás es Gerard Moreno uno de los que más deslumbra en la oncena ibérica.

Es por eso que desde mi punto de vista, está España no es la “Furia Roja”, es la “La Roja Sin Furia”.

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